'Un clamor recorre el continente, el de la justicia fiscal', dice experto de la Cepal

Pueden escuchar la entrevista de Ricardo Martner:

De izquierda a derecha, Ricardo Martner, economista, Magdalena Sepúlveda, abogada, Susana Ruíz, de Oxfam, Edmund Fitzgerald, profesor emérito del Antony College, Oxford, y Luis Fernando Medina Sierra, representante permanente de Colombia ante la OCDE, durante la conferencia organizada por el ICRICT sobre el tema de las reformas fiscales en América Latina. paris, 15 marzo 2023 © Braulio Moro

¿Pueden las reformas fiscales progresivas terminar con las desigualdades en América Latina? Invitados por la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRIT), un grupo de expertos respondió a esta pregunta en una conferencia realizada en París. Colombia convocó a la primera Cumbre Ministerial para la región en julio próximo, una iniciativa urgente y necesaria, ya que efectos de la pandemia de Covid-19 hicieron retroceder a la región un cuarto de siglo.

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Ricardo Martner es economista, ex jefe del departamento fiscal de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), miembro de la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT).

RFI: ¿Por qué el día de hoy es indispensable, urgente, una reforma fiscal para América Latina?

Ricardo Martner: Todos sabemos que la desigualdad en América Latina es un problema estructural y crónico y que hay una conciencia creciente de que eso se resuelve de a poco, seguro, pero con medidas, con reformas, con nuevas reformas. En particular con reformas justas que permitan que la gente entienda y perciba que aquellos que tienen más colaboran con más recursos para satisfacer los derechos de las personas. Entonces, yo diría que hay un clamor que recorre el continente, que es el de la justicia fiscal. Muchos países y muchos gobiernos están embarcados en procesos tanto administrativos como políticos de reforma a sus sistemas de impositivos.

RFI: ¿Los efectos que dejó la pandemia de la Covid-19 son elementos que han despertado una mayor atención por la necesidad de hacer este tipo de reformas fiscales?

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Ricardo Martner: Sin duda. Es decir que se valora lo que es el servicio público, el sistema de salud, la educación, la importancia que tienen en el público en general luego de esta crisis gravísima. Por una parte y por otra, también, hay una conciencia. De hecho, los súper ricos, como les llamamos, se han hecho más ricos todavía en la época de la pandemia. Entonces es una situación que llama al escándalo, y que implica que tomar medidas porque no es la dinámica capitalista, llamémosle así, que va a permitir que esto se corrija.

RFI: Como ex director de Asuntos Fiscales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, si hubiese dos datos que fuese necesario utilizar para demostrar al público la importancia de hacer esa reforma, ¿cuáles usaría?

Ricardo Martner: Primero, la distribución del ingreso. Por cierto, la CEPAL hace muchos años estima lo que es la distribución del ingreso y somos el continente más desigual del mundo. Eso es irrefutable. Y lo segundo es que la pobreza también ha aumentado fuertemente en nuestra región y hay que tomar medidas para reducirla. Para eso hay que generar más recursos, recursos que deben ser genuinos, permanentes. No solamente porque hay un boom del petróleo, del cobre o de alguna otra materia prima, como es habitual en América Latina, sino que tiene que venir de una mejor repartición de la riqueza de los países.

RFI: Tras la Covid, se sabe que los súper ricos en América Latina aumentaron sus ganancias. Su fortuna aumentó de más del 20%, al mismo tiempo el Producto Interno Bruto de la región ha crecido más o menos 3% o 4%. Pero, sobre todo, la Comisión Económica para América Latina dice que globalmente América Latina ha retrocedido un cuarto de siglo.

Ricardo Martner: Así es, en materia de pobreza ha retrocedido fuertemente y todavía no se recupera ni se va a recuperar en el corto plazo. Es un proceso largo con falta de crecimiento, con estancamiento en muchas actividades. Es evidente que el empleo, sobre todo, no es algo que se recupera de un día para otro después de las múltiples crisis que hemos atravesado.

Por eso se necesita activismo, activismo público, que tiene que ver con repartir, pero también con generar políticas industriales, con mejorar la educación, los sistemas de innovación, con todo lo que tiene que ver con una economía que sea más adaptada al cambio climático, más resiliente y también más dinámica. Es lo que nos falta en el continente en general.

RFI: ¿Qué explica que precisamente la captación fiscal históricamente en América Latina haya sido tan baja? Entiendo que hoy estamos más o menos a un promedio del 26% del Producto Interno Bruto. La media de los países de la OCDE está más del 34%.

Ricardo Martner: 26%, incluyendo el Caribe. Cuando hablamos sólo de América Latina, ese porcentaje es de alrededor del 22%. Es bien desigual porque por ejemplo Argentina y Brasil tienen una tasa superior a 30% de media como porcentaje de su economía, y países como Guatemala o México tienen entre 12 y 14 puntos, es decir niveles muy bajos de recaudación.

Por tanto, hay muchas América Latina en este ámbito y lo importante es tener suficiencia de recursos y eso no se logra, por supuesto, de un día para otro. Hay temas estructurales como la existencia del sector informal, importante debilidad en los sistemas administrativos, pero también hay políticas que, por así decirlo, se han aplicado en los últimos y han dado como resultado esta baja recaudación. Pienso en la caída de las tasas de impuesto a las sociedades, a las personas. Son políticas neoliberales que han generado una fragilidad del Estado, que tiene la consecuencia que sabemos en estos tiempos difíciles.

A mí me gusta hablar de la esperanza de Cartagena que pueda reafirmar el carácter progresivo de los impuestos. Progresivo, o seaque haya un impuesto sobre la renta mucho más importante, un impuesto sobre la riqueza.

 

 

RFI: Han llegado nuevos gobiernos en América Latina. Se cita mucho el caso de Chile, el caso de Colombia, notablemente. Son dos gobiernos que están intentando llevar a cabo reformas de carácter fiscal. Se conoce ya la respuesta. En Chile la mayoría del Congreso dijo no. En Colombia, el presidente Petro enfrenta este tipo de situación. Entonces, ¿cómo hacer para resolver o para cumplir con todas las promesas que se han hecho?

Ricardo Martner: Sí, hay una situación política bastante compleja en el sentido de que hay mucha oposición y los nuevos gobiernos más progresistas tienen mayorías o muy leves o simplemente no tienen mayorías. Se dice entonces que la OCDE capta 34%, América Latina 22% y entonces esa brecha es muy amplia. Muchos países, por lo menos en el discurso, han planteado que hay que superarla. Ocho puntos del PIB en ocho años, por ejemplo. Es un poco la lógica de tratar de buscar un objetivo en materia de recaudación tributaria o de suficiencia de recursos. ¿Cómo se logra eso? Con reformas, pero no sólo con reformas tributarias que van al Congreso. También con mejora de la administración, con disminución de la evasión, que eso ya son actitudes políticas.

Por mucho tiempo los gobiernos, la autoridad, ha tenido una manga larga con los temas de evasión, elusión o sub-declaración de impuestos. Si se refuerzan los mecanismos existentes, hay una lógica que no requiere sólo de reformas tributarias, sino que de un músculo más poderoso del Estado en materias que ya están legisladas.

Ahí hay una esperanza, hay una lógica de fortalecimiento institucional importante. Y hay otros mecanismos que de alguna forma pueden permitir mejorar esta situación, que tiene que ver con, por ejemplo, las regalías a ciertas actividades, tratar de alguna forma el tema de los excedentes excesivos de las grandes compañías. Nosotros en nuestra institución trabajamos el tema de tributación internacional, es decir, tratar que las multinacionales paguen lo que tienen que pagar en cada uno de los países y evitar entonces este desafío que hace que los países en desarrollo tengan o no tengan la posibilidad de tener esos recursos disponibles. Entonces hay formas, que no son necesariamente del Congreso, que pueden permitir sino encarar toda la brecha.

RFI: El Gobierno de Colombia ha anunciado a través de su ministro de Hacienda y Finanzas la realización de una cumbre fiscal de América Latina y el Caribe sobre el tema fiscal. Esto será en Cartagena de Indias, en Colombia, el próximo mes de julio ¿Cómo ve esta iniciativa?

Ricardo Martner: Saludamos esa iniciativa con mucho entusiasmo. El tema de la coordinación tributaria a nivel de América Latina es algo que hay que profundizar, porque la verdad es que no existe en el momento. En América Latina, hay países que son miembros de la OCDE, otros no, Entonces no ha habido una verdadera capacidad de integración y de coordinación en esta materia.

La Cumbre de Cartagena es una oportunidad única, muy bien llevada por el Ministerio de Finanzas de Colombia para convocar a los ministros y a las autoridades de la región para, efectivamente, plantear un plan continental de integración y de coordinación. Como bien se sabe, lo tributario siempre ha sido algo que pertenece a las autoridades nacionales y por primera vez se le está dando una oportunidad a la coordinación, porque la globalización lo que hace al final es globalizar también todo lo que es la política tributaria. Si van a haber soluciones, tienen que ser soluciones compartidas y no a través de competitividad fiscal o de guerra fiscal.

RFI: A ese propósito, dados estos desniveles o diferencias tan marcadas que existe entre los países de América Latina a los que usted hacía referencia. ¿Ss realmente pensable, imaginable que pueda haber una cierta coordinación de esos países de la región?

Ricardo Martner: Sí, la coordinación se puede dar en diversos niveles. El primero, que seguramente tendrá mayor brillo en la cumbre de Cartagena, tiene que ver con tener una posición común respecto de las iniciativas que se están tomando en diversas instancias como la OCDE o las Naciones Unidas respecto de la tributación internacional y respecto del tratamiento de las grandes multinacionales que desvían beneficios hacia los paraísos fiscales. Ahí hay un objetivo común que probablemente llevará a acciones comunes.

El segundo nivel tiene que ver en particular con la manera de generar políticas tributarias y no sólo de administración, sino de políticas. Lo importante es la revisión de pares que podemos mencionar como tal. Es decir, por ejemplo, ¿por qué Brasil tiene 31%, México 15%? ¿Cuál fue la diferencia?  ¿Cómo puede aprender el uno del otro para generar un mayor equilibrio, un mayor balance entre los distintos países en esta materia? Yo creo que es muy importante recoger la experiencia de otros países para poder efectivamente tener una lógica común.

Siempre estuvimos en América Latina bajo la lógica del Consenso de Washington, es decir básicamente liberalizar la economía, creer en el comercio, generar valor a través del intercambio comercial. Al mismo tiempo, confiando esencialmente en impuestos indirectos más comunes como por ejemplo el impuesto al valor agregado, o sea impuestos indirectos al consumo y reduciendo fuertemente los impuestos a las personas y los impuestos al comercio. Ese modelo ya está agotado, porque además genera una profunda distribución hacia los más ricos de los recursos y del ingreso nacional. 

Por tanto, a mí me gusta hablar de la esperanza de Cartagena, que de alguna manera pueda reafirmar el carácter progresivo de los impuestos. Progresivo quiere decir que haya un impuesto sobre la renta mucho más importante, que haya un impuesto sobre la riqueza. Es algo que Colombia y Chile han tenido como iniciativas fundamentales de las reformas que han propuesto. Y que haya una lógica de progresividad donde aquellos que tienen más paguen más. Una mayor justicia fiscal. Es un tema que se va a debatir en Colombia de manera bastante profunda y es la primera vez que se va a hablar de esto.

'Un clamor recorre el continente, el de la justicia fiscal', dice experto de la Cepal (rfi.fr)

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